Muchas veces confundimos que salud sexual y salud reproductiva se refieren a lo mismo. Sin embargo, es importante saber que vivir una sexualidad libre, segura y satisfactoria no necesariamente hace referencia a la procreación.
Muchas veces también ocurre que las mujeres y las y los jóvenes con discapacidad son excluidos de los servicios necesarios para poder vivir su sexualidad con plenitud.
Es importante que tengamos conocimiento de que la salud reproductiva es el estado general de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, incluyendo la libertad de decidir si queremos procrear. Y que salud sexual tiene que ver con cómo vivimos nuestra sexualidad y de qué forma nos relacionamos con los otros.
Recuerda que en ambos casos, ¡es tu derecho que puedas elegir de qué forma quieres vivir! Por eso, no debemos limitar la sexualidad al “sexo”, las “relaciones sexuales”, la “genitalidad”, las “funciones orgánicas y fisiológicas del cuerpo” o la “reproducción” y que esta información y su abordaje llegue a todas las personas de manera accesible
¡Todas y todos tenemos derecho a vivir una sexualidad de manera positiva!